
Actor, director y teórico teatral ruso. Tras participar en varios movimientos de vanguardia, en 1898, con Nemirovich-Danchenko, fundó el Teatro de Arte de Moscú, que puso en escena las grandes obras de Chéjov. Pronto empezó a desarrollar su sistema de interpretación, que pretendía que el mundo emotivo de los personajes fuera proyectado al espectador de forma verídica y alejado de toda artificialidad, en un efecto de «realismo psicológico». Después de la revolución soviética se dedicó exclusivamente a su trabajo de investigación, expuesto en sus libros Un actor se prepara y La construcción del personaje, ambos de influencia determinante en el teatro europeo y estadounidense, y en los que desarrolla su teoría de la actuación como «suma dramática» entre técnica interior y exterior.
En 1898 inauguró, en colaboración con el autor teatral Vladimir Nemirovich-Danchenko, el Teatro de Arte de Moscú, que tenía como objetivos la renovación en sentido realista de las técnicas interpretativas y de la puesta en escena y la restitución a la labor teatral de su carácter de austera disciplina artística. El éxito de las obras de Chéjov, Gorki y otros escritores contemporáneos, la perfecta eficiencia de la compañía, la magia de la puesta en escena (que evolucionó de manera gradual desde el naturalismo hasta un realismo psicológico, sensible a las enseñanzas del simbolismo) y el singular talento de Stanislavski como director convirtieron este teatro en uno de los más importantes de su época.El trabajo del actor sobre sí mismo se presenta en forma de un diario que el autor finge escrito cada día por un alumno de escena; el diálogo vivo y agudísimo entre el personaje ficticio del maestro (Arcadio Nikolaievich) y sus alumnos está entreverado por episodios y anécdotas apropiadas (el del crítico en el capítulo sobre la caracterización es, por ejemplo, uno de los más hermosos). Mientras en la persona del maestro el autor enuncia sus propias teorías acerca del teatro, en el alumno se representa indirectamente a sí mismo en los comienzos de su carrera de actor, de tal manera que el libro, que es notable incluso literariamente, da un retrato completo y subyugador de su extraordinaria personalidad. Se comprende, al cabo de la lectura de sus seiscientas páginas, que la influencia de Stanislavski resultase insuperable en el teatro contemporáneo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario